Todos sabemos que las plantas necesitan agua para su desarrollo, no es ningún secreto. A través del líquido elemento, las raíces obtienen los nutrientes necesarios para desarrollarse y gracias a ello nuestras plantas crecerán fuertes y sanas.
Pero lo que algunos parecen ignorar es que tan mala es para las plantas la falta de agua como el exceso de la misma.
Es bastante habitual escuchar a algunos cultivadores quejarse de que las plantas no les crecen bien, o incluso que se les mueren algunas cosechas.
Luego basta con mirar sus mesas de cultivo para darse cuenta de donde está el problema, tienen un sistema de drenaje insuficiente o carecen de él y claro, las plantas se ahogan.
¿Qué es el drenaje?
La definición técnica podría ser: extraer el agua del suelo para evitar encharcamientos y, de este modo, maximizar la producción de los cultivos.
En palabras más sencillas, básicamente es mantener el nivel de agua óptimo en nuestros cultivos, para que estos se desarrollen con normalidad y podamos tener buenas cosechas.
¿Por qué es el drenaje tan importante?
El drenaje es una parte fundamental para conseguir buenas cosechas, aunque algunos cultivadores -especialmente los más nuevos- no le den la importancia necesaria.
Si a la planta le falta agua, esta se seca y no prospera, por eso es necesario regarlas con frecuencia. Frecuencia que será diferente en función de cada planta y sus necesidades.
Pero si las plantas tienen demasiada agua, también es malo para ellas y su desarrollo. Una planta con demasiada agua puede sufrir:
- Ataques de hongos, que se desarrollan en los excesos de humedad. Esto es porque el exceso de agua tapona los canales de circulación del agua en la tierra, lo que no permite que llegue oxígeno suficiente a las raíces de la planta que empiezan a pudrirse y desarrollar los hongos.
- Exceso de sales. Que impiden su normal desarrollo.
¿Para qué sirve un buen drenaje?
El objetivo de un buen drenaje es reducir el estrés hídrico y manteniendo el equilibrio perfecto de humedad.
De todas formas, por muy bueno que sea el drenaje, no debemos olvidar lo fundamental, que es regar las plantas de acuerdo a sus necesidades. De nada servirá el mejor sistema de drenaje, si riegas demasiado una planta que no requiere tanta agua.
Lo mejor para evitar arruinar la cosecha es tener perfectamente claro cuanto agua necesita cada planta.
Además, evita caer en el error del optimista. En el caso de las plantas es mejor siempre regar un poco de menos que de más. Una planta que empieza a “tener sed” se identifica fácilmente y tiene solución, una planta encharcada es más difícil de detectar y muchas veces se detecta demasiado tarde.
Opciones de drenaje para las mesas de cultivo
Con plástico o tela permeable
Normalmente, las mesas de cultivo vienen perforadas en el fondo para facilitar el drenaje. Si este es el caso, lo único que tendrás que hacer es poner un plástico permeable (para permitir que pase el agua) en la base y fijarlo con unas grapas o método similar.
Es habitual que este plástico ya venga incluido con la mesa de cultivo si la compras en un pack. El inconveniente de este sistema es que el agua caerá directamente al suelo.
Drenaje canalizado
Si queremos evitar que el agua escurra al suelo a su libre albedrío, lo que tenemos que hacer es un agujero del tamaño del cuello de una botella en el centro de la mesa. En ese mismo agujero podemos emplazar, precisamente eso, el cuello de una botella cortado. Y justo debajo de la mesa colocaremos un cubo, para que el agua vaya cayendo en él.
Con este tipo de drenaje hay que estar pendiente cada ciertos días de vaciar el cubo, o perderá totalmente su propósito.
Ni que decir tiene que para que este tipo de drenaje funcione, el plástico que colocaremos en la base de la mesa no debe de ser permeable, sino impermeable. De lo contrario no cumpliría con su función de canalizar el agua.
Doble drenaje
Un tipo de drenaje bastante innovador y que, por el momento, solo un fabricante comercializa. Es una combinación de los dos sistemas que hemos visto anteriormente para favorecer un drenaje todavía mejor.
En estas mesas encontramos un primer nivel con una cuadrícula reforzada, es en esta cuadrícula donde pondremos la tela drenante y encima la tierra de cultivo. Y debajo de esta hay una cámara de aire de unos centímetros a la que cae el agua.
En uno de los laterales de la mesa hay un agujero con un desagüe. Estas mesas vienen equipadas con patas regulables en altura, de este modo podemos darle un poco de inclinación hacia el agujero y canalizar el agua drenada.
Aunque esta mesa -que sepamos- solamente la distribuye un fabricante, es posible hacérsela de forma casera. Hay que ser hábil con el bricolaje, pero los materiales no son complicados de conseguir.
Recirculación de agua
Este es un sistema muy sofisticado y que, generalmente, ya se vende hecho.
Básicamente, es una mesa de drenaje canalizado en la que el agua canalizada va a parar a un recipiente de almacenamiento. Este recipiente va equipado con un sistema de bomba que vuelve a llevar el agua al sistema de riego.
De este modo reutilizamos el agua y tendremos una mesa de cultivo más sostenible si cabe.
Si estás pensando en comprar, o hacer, una mesa de cultivo, te pueden interesar los siguientes temas:
