Cómo rellenar una mesa de cultivo: paso a paso

Si has decidido tener tu propio huerto en casa y tu mesa de cultivo está lista para comenzar, estás leyendo el artículo perfecto.

Aquí te indicaremos paso a paso cómo rellenar tu mesa de cultivo, para que entiendas bien las capas que formarán tu mesa y las características de cada elemento.

¿Con qué se rellena una mesa de cultivo?

Lo más habitual para rellenar una mesa de cultivo es con un 60% de fibra de coco y un 40% humus de lombriz, pero si además quieres aprovechar al máximo los nutrientes y el espacio disponible le añadiremos perlita y vermiculita y en poco tiempo verás crecer tus hortalizas. 

A continuación te explicamos los pasos fundamentales para rellenar tu mesa de cultivo:

1.      Haz todos los preparativos necesarios antes de empezar

Antes de comenzar a rellenar tu mesa de cultivo, deberás tener en cuenta algunos aspectos importantes en función de tu situación específica.

La orientación y la exposición solar de la mesa de cultivo son factores a tener en cuenta antes de plantar o sembrar. Te resultará mucho mas fácil mover la mesa antes de rellenarla, ya que pesará mucho menos, así que es recomendable que pienses bien dónde la quieres colocar antes de comenzar.

El drenaje siempre es imprescindible, para filtrar el agua y que las raíces no se pudran. Sin embargo, si la mesa está situada en el exterior y es sensible a grandes cantidades de lluvia, deberás tener especial atención ya que el drenaje será aún más importante.

El sustrato no es más que una mezcla de tierra y nutrientes. Nosotros te recomendamos utilizar una mezcla de fibra de coco, que es ligero y retiene muy bien el agua, con humus de lombriz (ya sea comprado o hecho en casa) que contiene contiene los nutrientes de los que se alimentarán las plantas.

Ahora bien, si tu prefieres utilizar cualquier otro sustrato en función de las plantas que vayas a cultivar, o de los materiales que tengas disponibles, no hay problema. Simplemente recuerda que el sustrato de una mesa de cultivo debe ser ligero, poroso y retener agua.

2.      Ten a mano todos tus materiales y herramientas

Una vez hayas decidido dónde y cómo rellenar tu mesa prepara los siguientes materiales y herramientas:

  • Piedras, ramas o palos pequeños para el drenaje
  • Hojas secas o poda de otras plantas, si tenemos a mano
  • Fibra de coco
  • Humus de lombriz
  • Perlita
  • Vermiculita
  • Un pequeño rastrillo para deshacer la fibra de coco
  • Una pequeña pala para ayudarte a mezclar y distribuir el sustrato

3.      Primera capa de drenaje

La primera capa, la más baja, será la de drenaje y servirá de filtrado de agua, evitando que las raíces de las plantas se pudran.

Para ello debemos colocar piedras, ramas o palos pequeños en la parte más baja de manera que estos tapen los agujeros de ventilación pero sin obstaculizar la salida de agua.

También se pueden añadir a esta capa hojas secas; las raíces largas lo agradecerán ya que facilitará su oxigenación.

4.      Capa adicional por encima del drenaje

Sobre la capa de drenaje podemos echar una capa verde con restos de otras plantas que aportarán nutrientes a corto plazo, muy útil si realizamos trasplantes.

5.      Prepara la fibra de coco

La fibra de coco está formada por las fibras de la cáscara de los cocos y va a componer el 60% del suelo de nuestro cultivo. No tiene nutrientes, por lo que siempre se debe mezclar con abono, estiércol o compost.

Su presentación suele ser compactada en bloques o ladrillos (los hay a la venta en diferentes tamaños) así que el primer paso es deshacerlos.

Para ello vamos echando agua poco a poco sobre los bloques y ayudándonos con las manos o con un rastrillo.

Ten en cuenta que el bloque aumentará de tamaño según se humedezca y se vaya deshaciendo.

Este suele ser un trabajo costoso si la mesa de cultivo es grande así que puede ser conveniente dejar los bloques de fibra a remojo en un barreño durante la noche anterior.

Otra opción es adquirir la fibra de coco en sustrato y evitar este paso.

6.      Añade el humus de lombriz

Cuando ya tenemos la fibra de coco desmenuzada, que debe estar húmeda pero no gotear, añadiremos el humus de lombriz en la proporción del 40% de nuestro suelo.

7.      Mezcla bien la fibra de coco con el humus de lombriz

No debemos rellenar la mesa hasta el borde sino dejar sitio para remover bien la mezcla. Más tarde podremos rellenar hasta arriba dejando hueco para plantar al final.

Mezclamos todo muy bien, tanto la fibra de coco como el humus de lombriz, con los utensilios que tengamos o bien con las manos.

Es importante que no queden huecos con aire entre la tierra, ya que las raíces sufrirían.

8.      Añade perlita y vermiculita

Añadimos un puñado de perlita y un puñado de vermiculita, que no son imprescindibles, pero ayudan a airear la tierra y a retener los nutrientes que necesitan las plantas.

La perlita facilita el drenaje y la aireación del sustrato, y debe echarse en una proporción de un 10% del sustrato. Si no disponemos de perlita se puede utilizar en su lugar algo poroso como arena de río.

La vermiculita ayuda a mantener la humedad y economizar el riego; se puede mezclar con la perlita y el sustrato o también se puede añadir espolvoreando como una capa superior.

9.      Siembra tus semillas o trasplanta tus plantas

Una vez que tienes tu relleno listo, puedes empezar a plantar, aunque deberás evitar que las plantas más altas puedan tapar el sol a otras plantas más bajas.

Además, a la hora de mezclar cultivos se debe pensar antes qué nutrientes necesitan y qué plagas pueden controlar, de modo que se compenetren bien y no se roben recursos.