¿Qué plantas se pueden cultivar en un huerto interior?

Empezar un huerto siempre es una buena idea. La jardinería ayuda a relajar, podremos cultivar nuestros propios productos para consumo y, además, estaremos apoyando un mundo más sostenible.

Pero, cuando empezamos nuestro propio pequeño huerto, las ventajas y las dudas parece que van a la par. Conocer qué plantas se puede cultivar en un huerto interior nos ayudará a elegir por dónde empezar.

Aunque el espacio disponible no sea muy grande, podemos adaptarlo a las necesidades. Hay ideas increíbles de pequeños huertos en la cocina que funcionan muy bien. Con luminosidad y algunos cuidados, pronto el huerto dará sus frutos (y verduras).

Plantas para cultivar en un huerto interior

Las hierbas aromáticas, hojas de ensalada y hortalizas de raíz son las más adecuadas para un huerto interior.

Su necesidad de luz directa es limitada e incluso algunas se desarrollan perfectamente con ausencia de luz solar directa siempre que encuentren una buena luminosidad (luz solar indirecta).

Hierbas aromáticas

La gran mayoría de las hierbas aromáticas se pueden desarrollar perfectamente con una media de 4 a 6 horas diarias de luz solar.

El cebollino es una de las hierbas más adaptables al cultivo interior gracias a la poca luz que necesita. Además, se adapta muy bien al cambio de condiciones, lo que la hace perfecta para los que están comenzando su huerto.

Otra hierba que se adapta perfectamente a la semisombra y que, por lo tanto, es ideal para un huerto interior es la menta. Es una hierba aromática muy fácil de cuidar y que crece muy bien, ideal para dar nuestros primeros pasos. Además, huele de maravilla.

Tanto el cilantro como el perejil son hierbas típicas de nuestra cocina y que se pueden cultivar con éxito desde las semillas. Sus cuidados son muy básicos y contando con algunas horas de sol directo las conseguiremos mantener en perfecto estado.

La albahaca es, quizás, la más complicada de la lista aunque, conociendo algunos trucos, se puede cultivar sin problema. De las plantas aromáticas es la que más horas de sol necesita, pero acercarla demasiado a la ventana puede no ser la mejor solución. Esta hierba sufre mucho con los cambios bruscos de temperatura y en la ventana estará más expuesta.

Hojas de ensalada

La mayoría de estas verduras se adaptan muy bien al interior de la casa y son relativamente fáciles de cuidar. Junto con las hierbas aromáticas, son ideales para dar los primeros pasos en un huerto casero.

La lechuga es de los alimentos más consumidos en los hogares y realmente fácil de cultivar en casa durante todo el año. Necesita algunas horas de luz y una temperatura constante, pero se pueden lograr fácilmente esas condiciones cerca de una ventana y protegiéndolas con un plástico transparente en las estaciones más frías.

Una planta apta para novatos es la acelga. Será suficiente con una planta para poder consumir tus propias acelgas y las puedes tener en una pequeña maceta. Aunque prefiera unas horas de luz solar directa, crece en perfectas condiciones, incluso en sombra parcial. Ideal para empezar.

Las espinacas no necesitan sol directo, lo que las hace perfectas para un huerto interior. El principal problema que puede tener a la hora de cultivar es su necesidad de espacio, pues necesita una maceta algo más grande que las restantes. Pero si tenemos en cuenta que se puede cultivar junto a lechugas, ajos y cebollas sin problema, quizás valga la pena darle ese espacio.

Hortalizas de raíz

Las hortalizas de raíz necesitan, de un modo general, algo más de sol diario que las plantas anteriores. Además, necesitan una maceta con una profundidad suficiente para que la raíz, nuestro alimento, se desarrolle adecuadamente.

Esta necesidad hace que no sean las más adecuadas si contamos con poco espacio, pero no por ello son para descartar inmediatamente.

Tanto las zanahorias como las remolachas se pueden cultivar dentro de casa si contamos con luz directa durante gran parte del día y espacio suficiente para que crezcan. Necesitan una profundidad mínima de 30 centímetros y no se deben cultivar junto a hierbas aromáticas para evitar las plagas y enfermedades más comunes.

Además del espacio para la raíz, de la tierra sobresalen hacia el exterior las grandes hojas verdes y se debe contar con el espacio que ocupan a la hora de elegir su ubicación. Su necesidad de espacio, tanto para la raíz como para la parte aérea, hace inviable tenerlas en huertos verticales.

Cuidados especiales para huertos interiores

Aunque sea de interior, nuestro huerto necesitará una buena cantidad de luz. Hay muchas plantas que pueden crecer perfectamente sin sol directo, pero todas ellas necesitan luminosidad para su desarrollo.

Esta necesidad será la que hay que tener en cuenta a la hora de buscar la localización ideal para nuestro huerto en casa. En un balcón, una terraza o un rincón de cocina cerca de la ventana, lo importante es que la luminosidad pueda entrar la mayor cantidad de horas posibles. Lo ideal será cerca de una ventana orientada al sur, pero otra orientación puede valer igualmente.

Aparte de la necesidad de luz, un huerto interior también necesitará ventilación natural y debe protegerse del aire directo de la calefacción o aire acondicionado.

Los demás cuidados serán similares para huertos interiores y exteriores: regar, utilizar el sustrato adecuado y abonar cuando necesario.

Plantas que prefieren el exterior

Hay plantas que, si bien es posible tener en un huerto interior, necesitarán unas condiciones muy apropiadas y difíciles de lograr como un mínimo de seis horas de sol directo.

Aunque pongamos el huerto bien posicionado cerca de una ventana, el cristal no permite el paso de la totalidad de los rayos de sol, por lo que serían necesario aumentar el número de horas de sol. Algo poco viable en el interior.

Así, a menos que sea posible asegurar más de seis horas de sol directo, es preferible no iniciarse con hortalizas de fruto como pepinos, tomates, calabacines, pimientos y berenjenas. Serán una opción cuando tengamos más práctica en el huerto.