7 maneras de impermeabilizar madera de forma natural

Es uno de los materiales de construcción más sostenibles que existen, y no solo eso, además es elegante, bonito y está de moda. Sí, seguro que ya lo has adivinado, nos referimos a la madera.

Sin embargo, la madera es un material que no soporta demasiado bien las condiciones climatológicas adversas. Cuando está expuesta a la intemperie, inevitablemente tiende a agrietarse, deformarse y pudrirse con el paso del tiempo.

Aunque no solamente es necesario la impermeabilización en muebles de exterior, sino también los de interior, por ejemplo, de cocinas y baños, para evitar que la humedad termine dañando la pieza.

La buena noticia es que puedes prolongar su vida natural con diferentes productos impermeabilizantes.

Vaya por delante que prácticamente cualquier acción que llevemos a cabo siempre tiene un impacto ecológico en mayor o menor medida, pero cuando hablamos de impermeabilizantes sostenibles, aunque algunos lleven derivados del petróleo, vamos a buscar lo siguiente:

  • que no tengan disolventes volátiles tóxicos
  • que la base de su composición sean aceites vegetales (caseína, lino, etc.)
  • en el caso de las pinturas, que su pigmentación esté basada en tierras o productos de origen vegetal o mineral y no en metales pesados como las pinturas más tradicionales.

A continuación te dejamos una lista con las mejores técnicas para impermeabilizar madera de la forma más natural y ecológica posible.

1. Aceite de linaza

Un excelente protector e impermeabilizante de madera. Se suele aplicar caliente mezclado con aguarrás (aproximadamente un 15 – 20%) y aceite de linaza en una primera mano.

Posteriormente, se reduce la proporción de aguarrás (10%) en la segunda mano y se termina con una mano de cera de abeja mezclada con aguarrás. En este caso ya no hablamos de porcentajes, sencillamente la mezcla debe de quedar diluida como para poder aplicar en frío.

Además de esta manera de aplicación del aceite de linaza, este se puede aplicar en varias combinaciones.

  • Con trementina al 50%. Esta solución protege de insectos y hongos. Es tan efectiva que se utiliza también en suelos de barro.
  • Crudo con trementina de pino y colofonia. Permite teñir la mezcla, con lo cual se puede conseguir la madera con el acabado deseado, pero no todo iban a ser buenas noticias. Estos productos son altamente inflamables, así que hay que tener, mucho cuidado en la manipulación y calentar al baño maría para evitar incidentes.

2. Sosa cáustica

Se debe diluir la sosa en agua a un máximo de un 10%. Más que para impermeabilizar, la sosa cáustica es realmente buena para proteger la madera de moho y hongos.

¡Pero ojo! La sosa cáustica es peligrosa de manipular, puede producir quemaduras e irritaciones, así que para manipularla no olvidéis usar guantes, gafas y cualquier medio de protección que estiméis oportuno.

La sosa cáustica se puede mezclar con ceniza de madera. Esta mezcla es un buen protector de la madera y además se puede teñir si necesitamos darle un toque de color.

3. Aceites vegetales

Los aceites alimentarios domésticos (oliva, girasol, colza, etc.) también van muy bien para la protección en impermeabilización de la madera.

Se suele utilizar en maderas en contacto con alimentos (tablas de corte, fruteros, etc.). Para aplicarlos hay que mezclarlos en caliente con dos cucharadas de vinagre y una de sal por cada litro de aceite.

4. Barniz de cerveza

Además de elemento de protección, cumple una función decorativa. Es muy fácil de hacer y de aplicar. Basta con dejar una cerveza abierta hasta que pierda todo el gas y entonces aplicar, pero ha de aplicarse en maderas tratadas previamente con aceites. Esto le da a la madera un tono tostado muy interesante.

5. Sal de boro (bórax)

Requiere de un proceso más elaborado y se usa en madera nueva. Generalmente reservado a industrias. Se necesita sumergir la madera en un tanque lleno de bórax y agua y calentarlo a unos 90 °C. Se debe de dejar un minuto al menos por cada centímetro de grosor.

Las principales ventajas de este proceso son que es un gran protector, no es tóxico y añade propiedades ignífugas.

En maderas viejas se puede aplicar con brocha o pistola, en caliente. Pero el resultado no será tan bueno como cuando se aplica a maderas nuevas.

6. Lasur

Inventado -o al menos introducido- en los años 60, los lasures son tratamientos penetrantes que dejan el poro abierto, ya que a diferencia de los barnices no forman una película superficial.

Esto permite a la madera respirar y les otorga de una gran polivalencia, ya que se adaptan muy bien a los cambios de dimensiones de las maderas por cambios térmicos gracias a la elasticidad de sus resinas. Es muy fácil pintar encima, de hecho, no se suele requerir lijado previo.

7. Barniz de cera

Para hacerlo tenemos que mezclar esencia de trementina con cera. De ahí obtendremos una pasta cremosa que deberemos aplicar con brocha. Está pensado para superficies más bien porosas. Luego debemos de dejar secar durante al menos dos días para posteriormente pulir.

Intensifica los tonos de las maderas, pero no es un método muy duradero y resistente, así que deberemos de repetir el proceso cada dos o tres años. También podemos aplicar un tratamiento de aceite previo, lo que alargará la durabilidad.