Cuidar nuestro jardín es una actividad muy placentera y relativamente sencilla, aunque es probable que, en ocasiones, nos surjan dudas. Las dudas pueden surgir a la hora de cultivar, regar o incluso saber cómo deshacerse de restos de poda.
Los restos vegetales o resultantes de la poda no son residuos domésticos y no se deben tirar en el contenedor habitual. Tampoco van a los contenedores selectivos (amarillo, verde o azul) ni se pueden tirar en calles o terrenos. Y, sin embargo, es algo que tendremos que solucionar alguna vez y debemos saber cómo actuar para no caer en un delito de vertido ilegal.
1. Separar los restos vegetales
Los restos vegetales se pueden clasificar para que sean, posteriormente, desechados o utilizados de la forma correcta. Hay varios tipos de residuos vegetales (hojas caídas de los árboles, ramas pequeñas o grandes, hierba e incluso frutas) y la manera de deshacernos de ellos será distinta.
Las frutas caídas de los árboles se deben recoger del suelo antes de que empiecen a pudrirse. Al ser un alimento, siempre que la cantidad no sea elevada, se puede tirar al contenedor doméstico con el resto de desperdicios de alimentación. No obstante, una solución mucho más ecológica y sostenible será usarlos para compost.
También las hojas de los árboles y las ramas pequeñas se pueden utilizar para preparar humus. En el caso de las ramas, hay que triturarlas antes, pero si son pequeñas no supondrá un problema.
Los residuos leñosos de mayor tamaño, como los troncos, se deben separar de lo demás, pues su reciclaje será especial. Al no poder echarse en el compostador tal como está, y dada la dificultad que supone triturarlos, es necesario encontrar alternativas adecuadas.
Una precaución extra a tener en cuenta en los residuos derivados de la poda de las plantas es la existencia de enfermedades, como los hongos. En el caso de los restos de plantas enfermas, el cuidado en su eliminación debe ser mucho más minucioso, evitando el contacto con material sano, incluso desinfectando las herramientas utilizadas. Es estos casos, es preferible eliminarlos en un centro de reciclaje, a través de empresas especializadas o donando para eventos de fogatas.
2. Informarse en el ayuntamiento
Hay diferentes iniciativas a nivel local, por parte de los ayuntamientos, para dar solución a la recogida de restos de poda y jardinería. Informarse bien de las propuestas que existen en nuestro municipio puede ser el primer paso pues, en algunas zonas, podremos tener acceso al compost resultante de los residuos vegetales vecinales.
3. Hacer tu propio compost
Si tenemos espacio para poner un compostador en nuestro jardín, tendremos una forma sostenible de deshacernos de la mayoría de los residuos y, aún, ahorraremos dinero al reducir la cantidad de fertilizante necesario. Nos servirá para los residuos del jardín y, también, para muchos residuos de nuestra alimentación, como restos de café y cáscaras de huevo.
El proceso de hacer compost no es complicado, aunque será necesario tener algunos conocimientos para lograr un humus de calidad. Una de las recomendaciones es utilizar varios tipos de residuos mezclados, evitando grandes cantidades juntas del mismo material. Las ramas se pueden utilizar, pero deben ser trituradas antes y hay que tener la precaución que no se cuele alguna semilla.
4. Decoraciones originales
Dependiendo del tipo y cantidad de residuos, podemos intentar hacer muebles o decoraciones originales. Estos productos podrán decorar nuestro hogar, servir para hacer un regalo especial o, incluso, ganar un dinero extra con su venta.
Las hojas que se caen de los árboles pueden servir para hacer centros de mesa preciosos, aunque generalmente, la cantidad de hojas será muy superior a nuestra capacidad de hacer y dar salida a estos proyectos creativos.
Con ramas pequeñas y un poco de imaginación podemos hacer originales marcos de fotos o para espejos. Si somos un poco manitas, quizás nos podamos aventurar con un perchero original o un cabecero de cama.
Si hablamos de ramas más voluminosas y que suelen ser en menor número, debemos saber que es posible realizar muebles originales como estanterías o mesas de apoyo.
5. Centro de Reciclaje
En la mayoría de las zonas hay puntos limpios dónde podemos llevar los residuos especiales, que no van a los contenedores que tenemos a disposición. En estos puntos limpios locales también recogerán los residuos de jardín, aunque es preferible consultar si hay algún tipo de límite.
6. Empresas privadas de eliminación de residuos
Aunque es posible deshacerse de los residuos sin necesidad de contratar una empresa privada, por veces esta opción merece la pena. Hay que valorar la cantidad de residuos que tenemos, las limitaciones a la hora de tirarlo de forma legal, el tiempo que tardaremos en hacerlo y el precio del servicio.
Si decidimos contratar una empresa privada de eliminación de residuos, debemos comprobar que cuentan con la acreditación adecuada, pues en el caso de que la empresa vierta los residuos en lugares no habilitados, debemos poder probar su responsabilidad y evitar problemas por vertido ilegal.
7. Donación para eventos de fogatas
La quema de residuos vegetales es una práctica habitual en muchas zonas. Sin embargo, no es recomendable por varios motivos. Además de incumplir normativas existentes, estaríamos aumentando el riesgo de incendios y empeorando la calidad del aire.
Sin embargo, hay zonas en las que, en algunas épocas del año, se celebran eventos con fogatas. Contactar con los organizadores del evento y preguntar si les interesan tus residuos para quemar, principalmente los leñosos, puede ser beneficioso para ambas partes.