Hormigas en el invernadero: cómo eliminarlas y que no vuelvan

Existen muchos insectos que resultan beneficiosos para los cultivos, y un buen ejemplo de ello son las lombrices. Sin embargo, hay otros insectos que pueden afectar a tus plantas de manera negativa, como las hormigas.

Sigue leyendo para descubrir cómo eliminar las hormigas de manera natural —sin químicos que resulten tóxicos— para mejorar las condiciones y apariencia de tu invernadero.

8 métodos naturales para eliminar las hormigas

1.    Vinagre

El vinagre es un líquido agrio que puede convertirse en un aliado ideal cuando se trata de eliminar las hormigas. Se recomienda no aplicarlo directamente a la tierra, sino aplicarlo con un atomizador para que su contacto sea mínimo.

2.    Jugo de limón

Este ácido es ideal para ahuyentar a las hormigas, y se puede aplicar con un atomizador o con un algodón directamente al suelo. También puede resultar útil dejar rodajas de limón por la zona para mantener el efecto durante mucho más tiempo, nunca directamente sobre la tierra, pero en superficies que estén cercanas

3.    Infusión de ajo

Para realizar esta poderosa infusión, necesitarás colocar los dientes de ajo en remojo aproximadamente unas 24 o 48 horas, dependiendo de la concentración que se desee. A continuación, se hierve aproximadamente una media hora, y al enfriarse se aplica directamente a la tierra con un atomizador.

4.    Canela en polvo

Otro buen método para eliminar las hormigas del invernadero es espolvorear canela por las zonas donde las hormigas abunden, sobre todo sobre su propio hormiguero. Este método necesita ser aplicado constantemente por un tiempo, hasta que se pueda observar que las hormigas han desaparecido.

5.    Levadura

En un recipiente con agua agrega un poco de levadura en polvo y un poco de azúcar, lo que ayudará a que la levadura fermente y termine con los gases emitidos. Este recipiente —pueden ser varios— se colocará a la cercanía de la zona afectada. La mezcla sirve como repelente, no solo para hormigas, sino también para mosquitos.

6.    Café

Las hormigas detestan el olor del café, por lo que, sin aplicarlo directamente a la tierra, se pueden dejar frascos pequeños con café en polvo, y el olor inundará el invernadero y provocará la salida inmediata de estos insectos.

7.    Bicarbonato de sodio

Esta sustancia alcalina es un componente que repele de manera muy efectiva a las hormigas. Para su aplicación, se necesita agregar una línea continua de bicarbonato de sodio sobre la tierra, pero a una distancia aproximada de unos 20 centímetros de las plantas afectadas.

8.    Pimienta blanca

Este ingrediente de cocina es perfecto para alejar de los cultivos a las hormigas. Para aplicarlo sobre las plantas se necesita mezclar partes iguales de pimienta blanca en polvo y agua. Este líquido se guarda en un atomizador y se aplica ligeramente sobre las zonas con hormigas. Se trata de un repelente orgánico y funcional.

¿Cómo evitar que las hormigas vuelvan al invernadero?

Existen maneras de colocar una especie de escudo en las plantas del invernadero, una forma de evitar que siquiera las hormigas decidan acercarse, y es tener a proximidad aquellas plantas que repelan a estos insectos:

La lavanda

La lavanda es una planta muy utilizada en la industria del maquillaje y la perfumería, es curioso que el aroma que desprenden sus espigas florales actúe como repelente ideal no solo para las hormigas, sino también para otros insectos que amenacen con el bienestar del invernadero.

La hierbabuena

Otra planta que se convierte en una ayuda inmediata cuando se trata de ahuyentar a las hormigas es la hierbabuena. Gracias a su aroma intenso, que resulta hasta fresco para muchos, se ha vuelto muy popular cuando se trata de su uso para preservar la vida de los cultivos.

La madreselva

Una planta que se centra en repeler precisamente a los pulgones, y en general, sin pulgones no hay hormigas. Esta planta tiene un aroma muy característico, que según muchos huele a un verano bastante dulce.

La menta

Su aroma es refrescante y agradable, aunque para las hormigas resulte todo lo contrario y quieran huir de él. Si disfrutas de esta clase de aromas, tu invernadero además de estar protegido, también contará con un olor deleitable.

Efectos de las hormigas en los cultivos

Las hormigas son insectos que necesitan de melaza para sus larvas, y curiosamente los pulgones son los productores naturales de ella. Esta relación que existe entre estos dos insectos resulta ser un factor realmente dañino cuando se tratan de cultivos.

Los pulgones son considerados como virus hortícolas en potencia, se alimentan extrayendo nutrientes de las plantas, por ende, su crecimiento se reduce causando deformaciones en las hojas y con un gran riesgo a marchitarse.

Cabe destacar que gracias a la melaza que los pulgones producen en beneficio de las hormigas, este componente azucarado ensuciará los cultivos, provocando que sus frutos y hojas lleguen a tener un acabado pegajoso.

Volviendo a las hormigas, estas además de atraer pulgones al invernadero, también suelen darle mordiscos a las plantas, dando como resultado un desprendimiento que evita la realización de la fotosíntesis. La producción de frutos será menos eficiente de lo que eran en un inicio, ya que se generan en una menor cantidad e incluso en muchas situaciones, su tamaño disminuye considerablemente.

En el caso de que hayan decidido hacer su hormiguero al lado de una planta, esta tiene un riesgo alto de morir, todo y gracias a los canales que excavan y al socavón de la tierra.

Otro efecto causado directamente por las hormigas, es el cambio de la fecha de la floración de las plantas, pues las actividades de las hormigas que afectan a las plantas provocan una falta de sincronización, y esto evita que se puedan obtener frutos en las épocas más ideales.