¿Qué flores plantar juntas? 8 consejos para un jardín ideal

Cuando pensamos en nuestro jardín de revista, posiblemente imaginamos un espacio colorido y con varias flores juntas en un equilibrio perfecto. Sin embargo, a la hora de la verdad, no es tan fácil lograrlo y uno de los motivos es el desconocimiento de las flores que se pueden plantar juntas y las que no.

Elegir las más adecuadas va más allá de las preferencias personales. Es imprescindible elegirlas de acuerdo con sus características y necesidades, las características del terreno y, no menos importante, el tiempo que disponemos para dedicar a su cuidado.

A continuación te damos una lista con todos los consejos que necesitas para plantar flores juntas en tu jardín.

1.      Flores que requieran las mismas condiciones

A la hora de elegir qué flores plantar juntas, un aspecto imprescindible que no podemos olvidar es que necesiten los mismos cuidados.

Sin tener en cuenta las necesidades de luz solar o humedad y riego, nos arriesgamos a plantar especies con cuidados incompatibles y que no prosperarán juntas.

Si prestamos atención a la necesidad de las plantas, conseguiremos un jardín vistoso con unos cuidados mínimos pero adecuados.

2.      Flores que no compitan entre sí

Es crucial que las flores que plantemos sean capaces de compartir el mismo espacio sin quitarse recursos las unas a las otras.

Un ejemplo de una mala elección sería plantar una flor con una gran necesidad de luz solar junto a otra más alta y de grandes hojas, que daría mucha sombra.

3.      Jugando con los tiempos de floración

Otra ventaja de emparejar flores es tener un jardín colorido durante más tiempo. Las flores tienen unos tiempos de crecimiento y floración característicos de la especie.

No todas se mantienen floridas todo el año así que planificar el jardín de acuerdo con la época de floración puede ser una excelente idea. Las que se encuentren floridas captarán toda la atención y tendremos un espacio siempre vistoso.

4.      Flores que resistan al clima de nuestro jardín

Si vivimos en una zona en las que las temperaturas en invierno son muy extremas o hay grandes nevadas, adaptar la elección teniendo en cuenta ese detalle será de gran importancia, sobre todo si no tenemos previsto buscar una forma para protegerlas de las heladas.

En ese caso, es preferible elegir especies que soporten esas temperaturas o que hibernen durante los meses más fríos.

Así, durante el invierno no contaremos con el jardín que anhelamos, pero nos aseguramos volver a recuperarlo nada más empiecen a subir las temperaturas, con la llegada de la primavera.

5.      Combinar colores y formas

Quizás este punto sea el más personal pues, aparte de gustos, la elección de un color u otro no interfiere con el cuidado o el crecimiento de la planta. Sin embargo, eso no lo hace menos importante. Tener un jardín cuidado y bonito es una parte clave de la jardinería.

Podemos hacer la elección con base en el color de la casa o de los muebles de jardín. Que todo se vea como parte de un conjunto debidamente estudiado y planificado, y no como una agrupación de plantas distintas sin ninguna relación entre ellas.

Al combinar flores que florecen al mismo tiempo, una buena opción es mezclar colores y formas. Combinar colores complementarios hará el jardín más vistoso que si plantamos todas las flores de un mismo color.

6.      Mezclar tamaños y texturas

Podemos igualmente jugar con los tamaños siempre que se adapte a las necesidades de las plantas. Por ejemplo, podemos utilizar flores más bajas si tienen una menor necesidad de luminosidad diaria.

Asimismo el follaje puede jugar un papel fundamental. Mezclar texturas espinosas con las aterciopeladas logrará un contraste muy llamativo. En este caso habría que estudiar la mejor manera de lograrlo pues, en general, las plantas de textura espinosa suelen tener una menor necesidad de agua.

7.      Flores que se pueden plantar juntas

Un ejemplo de flores que se pueden emparejar perfectamente son la milenrama y la lavanda. Cumplen con todas las condiciones necesarias para que sus cuidados sean prácticos y no suponga un problema para ninguna de ellas. Además, sus colores mezclados aportarán tranquilidad y frescura al ambiente. El contraste es visible sin llegar a cansar la vista.

Pero no son las únicas que se combinan a la perfección. Podemos añadir equináceas y azucenas o lirios. En este último caso incluso podemos jugar incluso con dos variedades de lirios, de color distinto, para hacer el espacio vistoso y conectar mejor las características estéticas de la lavanda, la equinácea y la milenrama, ya que sobresaldrán con sus largos y elegantes tallos.

Otra ventaja de esta combinación es que la lavanda aportará algo más que color y olor al espacio. Su olor es una gran ayuda en el control de plagas y protegerá las flores que se encuentren cerca.

8.      Flores que no se deben emparejar

Quizás las más problemáticas para emparejar con otras flores sean las angélicas y las flores bianuales pues su rápido y desordenado desarrollo dificultarán el crecimiento de las otras especies.

Eso no significa que sea totalmente imposible, sino que lograr que la combinación resulte funcional llevará un tiempo y una dedicación mucho más constante. Aparte, los resultados no siempre serán satisfactorios.