Poner un árbol frutal en el huerto es una idea excelente. Estéticamente, se conseguirá un espacio con más vida y color, principalmente cuando los frutos empiecen a madurar. Pero también será beneficioso para conseguir un poco de sombra natural y, de paso, tener fruta ecológica de temporada.
Los árboles frutales se pueden comprar en un vivero o hacer germinar las semillas de la fruta desde cero. Con la germinación, el proceso hasta tener el árbol es más lento, pero sentirás una gran recompensa cuando veas crecer tu árbol desde la semilla hasta que puedas comer sus frutos.
¿Cómo elegir las semillas de fruta para germinar?
Independientemente de la fruta, la semilla debe estar en buenas condiciones y no presentar señales de hongos o cortes que puedan impedir su correcta germinación.
Las semillas procedentes de frutos de agricultura ecológica tienen mayor probabilidad de éxito en la germinación, así que vale la pena buscar conseguir una semilla de calidad. Igual de importante es la calidad del sustrato utilizado y encontrar la localización ideal.
Aparte de unos cuidados básicos generales para la germinación de semillas, hay algunos cuidados específicos según la especie que queremos.
Cómo germinar semillas de pera
Al igual que la manzana y otros frutos, las peras necesitan un trabajo previo para que sus semillas puedan germinar. Hay varios métodos, pero este es uno de los más rápidos:
- Coloca las semillas recogidas de la fruta a secar al aire libre aproximadamente una semana
- Una vez secas, colócalas entre dos servilletas humedecidas
- Pon las servilletas con las semillas en una bolsa de plástico bien cerrada y déjalas en un lugar cálido y oscuro
- Revisa a los 15 días y, a partir de ese momento, de forma más periódica hasta que se empiecen a notar los primeros brotes
- Selecciona loas semillas con los mejores brotes y colócalas a una profundidad de 3 cm
- Humedece ligeramente la tierra para que puedan seguir su desarrollo
En zonas con temperaturas agradables durante todo el año, se pueden cultivar las semillas de pera en cualquier momento. Sin embargo, si los inviernos son fríos, es preferible empezar la germinación 1 mes antes de que acabe el invierno para poder poner las semillas en tierra cuando empiece la primavera y las temperaturas comiencen a subir.
En el caso de semillas germinadas y que no son injertadas, suelen tardar 10 años en dar los primeros frutos.
Cómo germinar semillas de ciruela
La semilla que se obtiene al abrir la ciruela es perfecta para poner a germinar. Primero límpiala bien, con cuidado para no dañarla, de modo a que no queden restos de fruto
A continuación, déjala secar al sol durante una hora o a la sombra durante 2 días. Aunque secar la semilla al sol es bastante más rápido, si las temperaturas son muy elevadas, el embrión se puede dañar y no germinar después. En caso de temperaturas altas es preferible tardar unos días y secar en la sombra.
Como la semilla de ciruela tiene una cubierta muy dura, se puede acelerar el proceso de germinación si se elimina esa primera capa. Es un trabajo muy minucioso, ya que hay que abrir la capa externa con cuidado para no dañar el embrión.
Una vez tengamos la semilla, se coloca en remojo en un vaso de agua sin cloro durante un día para, después, envolverla en una servilleta húmeda y papel de aluminio. En este momento, la semilla está en estado latente y debe ser colocada en frío para que salgan de ese estado. El frigorífico aportará la temperatura invernal que necesita para seguir su desarrollo.
A las 4 semanas, estará lista para pasar a la tierra y seguir su crecimiento. Entierra la semilla a 10 cm y humedece ligeramente la tierra.
El mejor momento para poner la semilla en tierra es al inicio de la primavera, pero debemos contar con 1 mes antes para realizar el proceso de germinación previo.
Cómo germinar semillas de mandarina
Los cítricos, entre los que se encuentra la mandarina, son de los más cultivados en los huertos por su sencillez y la facilidad de conseguir un buen resultado. De hecho, sus semillas se utilizan para germinar y tener el árbol, pero también en forma de bonsái o pequeñas macetas que aportan aroma al hogar.
Las semillas se consiguen fácilmente a partir de la fruta, idealmente de agricultura ecológica y que haya madurado en el árbol. Las pepitas se deben lavar con agua para eliminar restos de pulpa y, después, secar bien con un papel de cocina o un poco de algodón.
Sea para cultivar la mandarina en maceta o en la tierra, se debe enterrar a una profundidad de aproximadamente 3 cm y humedecer ligeramente la tierra. A partir de la tercera semana se empezará a ver como va brotando, aunque tarde cerca de un año para empezar a ver las flores blancas y los primeros frutos.
Hay otro método para la germinación de las semillas de mandarina que es el conocido como método de la servilleta y se utiliza en otras frutas de mayor dificultad germinativa. En este caso, se colocan las semillas entre 2 servilletas humedecidas y se cierra dentro de un tarro de cristal unos días hasta que empiecen a germinar. El tarro se debe abrir de vez en cuando para que se renueve el aire. Una vez germinada la semilla, se trasplanta para la tierra.
Este método es bueno para comprobar el poder germinativo de las semillas antes de ponerlas en la tierra y asegurarnos su germinación.
El mejor momento para poner las semillas en la tierra es a mediados de primavera, aunque si se va a mantener dentro de casa y si se cumplen las condiciones, se podrá hacer un poco antes o después.
Después de la germinación, es posible mantenerla en una maceta, aunque debes tener en cuenta que puede alcanzar los 2 metros de alto, así que, si es para tenerla en casa, es necesario contar con techos altos y las condiciones apropiadas.
Cómo germinar semillas de manzana
Es posible conseguir buenas tasas de germinación con la semilla de manzana si se siguen los siguientes pasos:
- Coge una semilla de la fruta, preferiblemente de cultivo ecológico
- Quítale la cáscara marrón
- Esperar a que se seque al aire libre durante aproximadamente 5 días
- Una vez seca, colócala en un cuenco con agua durante un día para hidratarla
- Desecha las semillas que floten, ya que no están en condiciones de germinar
- Coloca la semilla elegida entre dos servilletas humedecidas de modo a que se queden en contacto con ambas servilletas y sin contacto con el aire
- Envuelve la servilleta con papel de aluminio y colócala en el frigorífico, revisando de forma periódica que no aparezca moho
- A los 20 días las semillas deberán empezar a germinar, pero es necesario dejarlas 25 días más para que salgan los primeros indicios de raíz
- Plántalas en una maceta, con una profundidad de 1 cm, humedeciendo ligeramente la tierra. Al mes, se debe empezar a ver cómo brota
La siembra de la semilla en tierra se debe hacer al inicio del otoño, pero al tardar algún tiempo hasta que esté preparada, es necesario empezar el proceso al inicio del verano. Así, nos dará tiempo para que la semilla germine antes de colocarla en la tierra.
