9 motivos por los que mi barbacoa de gas no enciende

Las barbacoas de gas son muy cómodas, ya que no necesitamos comprar carbón, acumular leña, etc., además de que tampoco hay que esperar a que el carbón o la leña haga ascuas que nos permitan asar.

Sin embargo, el precio que hay que pagar por esa comodidad son ciertos problemas al ponerlas a funcionar, que suelen ser más comunes en las que llevan encendido piezoeléctrico que hace más sencillo prender el gas, pero que nos puede dar algún quebradero de cabeza.

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1.      Encendedor piezoeléctrico sin batería

Hay barbacoas que llevan este tipo de encendedor, gracias al cual no hay que usar mecheros ni cerillas para prender el gas.

Como las barbacoas no están conectadas a la corriente, la energía se la suministra una o varias pilas, gracias a las cuales se crea una chispa que hace que aparezca la llama al ser el gas tan inflamable.

Con el paso del tiempo esta pila (o pilas) se gastan y la chispa no aparece o es muy tenue, por lo que habrá que cambiarla en un proceso que es muy sencillo.

2.      El encendedor se ha estropeado o está obstruido

Por el uso o porque se haya metido polvo, grasa o incluso metal de la barbacoa en la zona en la que se produce la chispa también es posible tener problemas a la hora de encender.

En este caso primero cambiamos la pila y luego oprimimos el botón. Si sigue sin aparecer llama y además nos damos cuenta de que no hay chispa habrá que limpiar el encendedor o comprar otro nuevo.

3.      Los cables están rotos

La energía de la pila que se emplea para las chispas pasa por unos cables que van hasta la barbacoa, y lo cierto es que si exceptuamos las marcas de más calidad y caras, no son muy resistentes.

Podemos ver que suelen ser muy finos (también deben ser así porque el voltaje es mínimo) y no vienen bien protegidos, de manera que se pueden romper por el paso del tiempo o incluso por la acción de algún roedor si tenemos la barbacoa en el jardín todo el año.

4.      No hay gas

Todos los manuales de cualquiera de los productos que empleamos a diario nos indican problemas muy sencillos, pero es que por experiencia de sus servicios técnicos estos inconvenientes son los que más llamadas al SAT provocan.

Así, si la barbacoa no enciende, una de las primeras comprobaciones que hay que llevar a cabo es la del gas, en especial si la hemos usado mucho o lleva meses sin encenderse.

Si ya tenemos la barbacoa un tiempo, simplemente levantando la botella con una mano sabremos la cantidad de gas que tiene por el peso, y si la causa de que no se encienda es que la bombona está vacía.

5.      Quemadores obstruidos

Los quemadores de las barbacoas son los lugares por los que sale el fuego cuando la encendemos, y lo cierto es que suelen venir muy bien protegidos con el fin de que la suciedad no les caiga encima.

Traen una especie de placa o placas (según el modelo) que los cubre y que transmiten el calor a la comida, por lo que los quemadores no están en contacto directo con los alimentos, pero la grasa se cuela por cualquier lado.

Si la grasa cae sobre alguno de los quemadores, o varios, es posible que la barbacoa no pueda encenderse debido a que el gas no llega a salir por ellos.

No es complicado desatascarlos, leyendo las instrucciones del fabricante y usando algún quitagrasas potente, de una marca reconocida que los dejará como nuevos.

Una vez limpios conviene aclararlos con un trapo mojado y luego secarlos bien, para a continuación comprobar si encienden, mejor empleando un mechero específico de los largos que evitarán que nos quememos, pasándolo por los quemadores que no se encendían.

Al encenderse, los apagamos y probamos a prenderlos de nuevo a través del botón de la barbacoa, revisando así si el trabajo está hecho.

6.      La botella de gas tiene aire

Esto puede ocurrir cuando las botellas son nuevas, y en especial si hemos pasado la barbacoa a las bombonas grandes de propano o butano, que son las más prácticas en casa por la duración que tienen y también debido a su precio.

Cuando una botella contiene aire a la barbacoa le cuesta encender, lo hace un momento con un sonido de “petardeo” y se apaga. Cada vez que lo intentamos ocurre lo mismo.

Aquí lo mejor es mirar la botella si la acabamos de poner y nos fijamos en la parte de arriba. Si está muy brillante es que es nueva y a veces tienen aire que no deja salir el gas. De hecho, probando con otra botella (si tenemos una a mano) veremos que la barbacoa se enciende.

Se soluciona de una manera sencilla, dejando salir un poco de gas apretando la válvula de la botella con cualquier objeto como una aguja gruesa, siempre en exteriores y alejados de focos de calor.

Pulsamos la válvula tres o cuatro veces, eliminando así el aire y volviendo a permitir que el gas salga de la botella con normalidad.

7.      La piña no está bien colocada

Piña o regulador es la manera en que se conoce la pieza que se pone en la botella o en el cartucho de gas, y que permite que el combustible llegue a los quemadores y se encienda.

Sobre todo, cuando es la primera vez que manejamos una de estas barbacoas, o si la hemos pasado a butano, es posible que el regulador no esté colocado de forma correcta, lo que no permite que el gas salga.

El error más clásico es no apretar bien el regulador, por lo que al girar la rosca o accionar el gatillo no llega a salir el gas, aunque también se puede dar el caso de que al no estar encajado en su sitio el gas salga por debajo.

8.      El regulador está roto

Aunque los reguladores parecen muy fuertes, y lo son, también se llegan a romper. Casi siempre los culpables somos nosotros, puesto que la costumbre es soltarlos sin cuidado cuando los quitamos, momento en el que pueden golpear contra el suelo o las paredes de la barbacoa, lo que depende de la longitud de la goma.

Si la barbacoa es de butano o propano debemos tener cuidado con los golpes, ya que los reguladores llevan una especie de bolas que son las que permiten que no se salga. Cuando reciben un impacto fuerte, se pueden caer al suelo y por su tamaño son difíciles de encontrar.

9.      Hay mucha humedad en el ambiente

Cuando queremos hacer una barbacoa al aire libre en invierno es normal que haya bastante humedad, sobre todo si ha llovido en los días anteriores, una humedad que también podemos provocar nosotros limpiando la barbacoa sin secarla.

En estos casos, el encendido piezoeléctrico no va a funcionar por razones obvias y es que la chispa o no se va a producir o será tan débil que no veremos la llama por muchos intentos que hagamos.

Así, lo mejor es acercar una cerilla o un mechero de cocina con los cuales vamos a poder disfrutar de la barbacoa, dejando el encendido eléctrico para los días en los que el ambiente esté más seco.