Las plantas aromáticas son aquellas plantas que todos deseamos tener en nuestra cocina. Aparte de dar color y vida, también suelen desprender olores agradables, muy relacionados con nuestros platos favoritos y, además, podremos utilizar las plantas frescas para cocinar.
Pero, si no contamos con mucho espacio libre para tener a mano, debemos buscar una solución. Plantar las plantas aromáticas en macetas pequeñas puede ser la mejor solución en nuestro caso.
¿Es posible cultivar plantas aromáticas en macetas pequeñas?
Todas as plantas aromáticas se pueden cultivar en macetas pequeñas. Por supuesto, hay cuidados especiales dependiendo del tipo de planta, pero la buena noticia es que no necesitaremos mucho espacio para tener cerca nuestras plantas preferidas.
Además, son plantas que se pueden ir usando y crecen rápido para volver a utilizar más adelante. Eso hace que tenerlas en macetas pequeñas sea posible, e incluso bastante práctico.
La única dificultad para tenerlas en macetas es la cantidad diaria de luz que necesitan.
Contar con las horas de luz adecuadas es imprescindible y en las cocinas no siempre se tiene el espacio adecuado cerca de una fuente luminosa. Por lo tanto, debemos planificar bien la zona dónde colocaremos las macetas.
¿Cuáles son las mejores aromáticas para macetas pequeñas?
Aunque todas las plantas aromáticas se adaptarán bien en macetas pequeñas, hay algunas que son ideales para principiantes dada su facilidad en adaptarse y desarrollarse en cualquier condición.
El cebollino es la más recomendada para principiantes al ser una de las más resistentes. Se adapta bastante bien a una gran amplitud de temperaturas y de luz solar. Incluso por espacio, es posible cultivar unas pocas semillas en un vaso de plástico o maceta de tamaño muy reducido.
La albahaca, el perejil y el cilantro son tres de las plantas que crecen perfectamente en pequeños espacios interiores, bastando con tener la precaución de darles bastante luz y suficientes horas diarias de sol directo.
¿Cuál es el tamaño mínimo que debe tener la maceta?
Una vez decidida la localización de nuestras plantas, de preferencia una zona con bastante luz y que no esté sujeta a cambios bruscos de temperatura, debemos elegir la maceta adecuada.
Aunque nos interese que sea pequeña, debemos contar con las necesidades de crecimiento de la planta para que pueda desarrollarse en buenas condiciones.
Contar con un tamaño mínimo que permita el crecimiento y un drenaje adecuado serán los dos factores principales a tener en cuenta a la hora de elegir la maceta adecuada.
Drenaje adecuado
En lo que se refiere al drenaje, la maceta elegida debe contar con agujeros en la zona inferior que permite el drenaje adecuado y evitar el pudrimiento de las raíces, lo que terminaría con nuestra planta aromática.
Además, podemos elegir sustratos con un buen drenaje para que sean más sencillos los cuidados diarios a tener.
Tamaño mínimo
El tamaño de la maceta puede variar según la especie que queremos plantar. La mayoría son fáciles de plantar y mantener, siendo la estevia y el laurel las más complicadas de tener en espacios reducidos.
La mayoría de las hierbas aromáticas se desarrollan bien con una maceta de uno a dos litros de sustrato. Si contamos con algo más de espacio extra, será muy beneficioso aumentar la maceta hasta los tres litros.
De este modo no será necesario estar tan pendiente del riego o de la fertilización. Un poco más de espacio que, si lo tenemos disponible, nos facilitará el cuidado de nuestras plantas en el futuro.
Más pequeñas que eso no son recomendadas y, seguramente, sean la principal causa para el fracaso en el cultivo de plantas aromáticas en maceta.
Sin embargo, es posible plantar la mayoría en macetas aún más pequeñas, a partir del medio litro de sustrato, siempre que se tengan cuidados extra y se utilicen a menudo para ir podando con cada utilización y que no se quede demasiado compactadas.
Trucos y consejos para cultivar plantas aromáticas en poco espacio
Aunque sea posible cultivar plantas aromáticas en poco espacio, hay algunos consejos que nos permiten hacerlo de una forma más sencilla y poder usarlas de forma continuada en la cocina.
Además de elegir la localización más adecuada a cada planta y contar con la maceta de tamaño correcto y, principalmente, que cuente con drenaje, podemos tener en cuenta otros trucos para optimizar nuestro jardín aromático.
¿Comprar planta o semilla?
Una de las primeras decisiones que debemos tomar es si plantamos con semilla o compramos la planta y trasplantamos a nuestra maceta.
Ambas opciones son válidas, pero las hierbas perennes tardan algo más de tiempo en crecer a partir de semillas y si queremos tener todo listo en poco tiempo, podemos comprarlas. Por su parte, las anuales, como el cilantro, crecen muy bien y rápido con semilla.
Combinar especies
Otro truco que nos puede venir bien es juntar varias hierbas en la misma maceta. Por supuesto, en este caso la maceta tendrá que tener unas dimensiones adecuadas, pero no necesariamente el doble, por lo que ahorraremos espacio.
Esta opción es más recomendada para personas que ya cuentan con alguna experiencia en el cultivo y sabrán elegir mejor qué plantas cultivar cerca.
Es necesario tener en cuenta las necesidades de cada planta para que sean similares y se puedan cuidar de forma simultánea, ya que estarán en el mismo recipiente. Cultivar una planta que necesite más agua o más luz junto a otra de necesidades distintas complicaría su cuidado y una de ellas no tendría el desarrollo ideal.
Elegir bien el sustrato
Los sustratos adecuados son otra parte importante para el cultivo y aunque no se suela considerar un truco, en realidad puede ayudar bastante al crecimiento favorable de las plantas.
Si empezamos con semilla, hay sustratos más indicados y podemos cultivarlas en cartones de huevos hasta que germinen para pasarlos, posteriormente, a la maceta final. Esto hará el proceso algo más rápido, pero también nos dará un poco más de trabajo que no es, realmente, necesario.
Elegir la ubicación en función de la necesidad de luz
Coloca las plantas con mayores necesidades de luz en ventanas con orientación sur y en primera línea y las que necesiten menos luz, si no pueden estar en la misma ventana por falta de espacio, en otra orientación mientras tenga horas de luz diaria suficiente.
En caso de no contar con bastante luminosidad, será imprescindible utilizar luces artificiales especiales para plantas.
Salvia, romero y tomillo son plantas habituales en nuestras cocinas y de las que deben estar en la zona más luminosa, mientras que menta, cebollino y perejil se puede colocar en otra ubicación no tan luminosa o por detrás de las primeras.
Aunque las que se encuentren en la primera línea oculten un poco la luz a las siguientes, al tener una menos necesidad no será un inconveniente.
