Motivos por los que tu cesped está amarillo + Soluciones

No hay nada más bonito que tener un césped verde y cuidado. Sin embargo, por muchos cuidados que tengamos, no siempre se mantiene así de perfecto y hay que encontrar la solución para devolverle ese color tan precioso y lleno de vida.

Un césped amarillo puede tener varias causas y necesitamos conocerlas para encontrar la solución que más se adapta a nuestro caso. Solamente con la solución correcta podremos resolver el problema y recuperar el color y la salud de nuestro césped.

Césped amarillo por zonas

Cuando nuestro césped amarillea por zonas es necesario encontrar la causa para darle solución.

Terreno desnivelado que provoca falta o exceso de agua

Puede pasar que sea por exceso o falta de agua, aunque si regamos todo el césped, esto pasaría en caso de que existieran desniveles u hoyos dónde el agua se queda estancada, no alcanzando todas las zonas. Así, lo primero es comprobar el terreno y verificar que se encuentra al mismo nivel. Si hay desniveles u hoyos, el primer paso será, siempre, remediar la situación para que no siga dando problemas.

Falta de aireación

Si no encontramos desniveles ni hoyos, es muy probable que el problema se deba a la falta de aireación. La causa puede ser la presencia de restos orgánicos, como hojas caídas de los árboles y que no se han limpiado a tiempo, que no permiten airear el suelo.

Una vez más, lo ideal es intentar solucionar el problema antes de que surja, recogiendo los restos orgánicos a medida que va apareciendo en el suelo e, incluso, arando siempre que necesario.

Pero una vez surjan las zonas amarillas, ya la prevención no es suficiente y hay que ponerse en acción lo antes posible. Airear el suelo va a ser necesario, aprovechando para comprobar el estado de salud de las raíces. Así, permitiremos que el césped crezca con más oxigenación y se notará en su color.

Plagas

Se pueden utilizar abonos con nutrientes como el hierro, el fósforo y el nitrógeno y, si necesario, utilizar el tratamiento adecuado para alguna plaga que pueda existir. Identificar el tipo de plaga es imprescindible para encontrar la solución adecuada sin arriesgar a estropear más nuestro césped.

Césped amarillo en invierno

En invierno aumenta la humedad del aire, disminuye la temperatura e, incluso, aumentan las lluvias en gran parte del país. También hay mayor riesgo de heladas en zonas más sombrías de nuestro terreno.

Exceso de agua por falta de drenaje

Cuando el suelo tiene demasiada agua y no la consigue drenar, las raíces se pudren más fácilmente y los nutrientes dejan de llegar a las partes aéreas y visibles de las plantas que, sin alimento, empezarán a perder su color y morirán.

Así, teniendo en cuenta las principales dificultades para mantener el césped en buen estado durante el invierno, los cuidados deben empezar antes de la llegada de las lluvias y las bajas temperaturas. Terminado el verano es el momento ideal para asegurar un buen drenaje del suelo, de modo que aguante las lluvias del invierno.

Evitar un exceso de agua se consigue, también, no regando de forma muy frecuente ni utilizando grandes cantidades de agua. Una buena opción es regar cuando se nota que es necesario y siempre que no haya previsiones de lluvia.

Hongos por exceso de humedad

La acumulación de agua también provocará un exceso de humedad, favoreciendo el crecimiento de hongos que, de igual modo, pueden ser la causa del césped amarillo en invierno.

En el caso de los hongos, el tema es un poco más complejo, ya que una vez que se encuentren, la solución será con productos específicos, preferentemente recomendados por un profesional que reconozca el tipo de hongo y la mejor solución para ese caso.

Heladas debido a bajas temperaturas

Las heladas pueden quemar el césped y hacer que pierda su tonalidad. Estas serán más peligrosas en zonas sombrías a las que no llegue la luz solar.

Debemos cuidar la protección frente a las heladas. Así, es preferible no regar cuando las temperaturas son más bajas, evitando que el hielo se forme rápido sin dar tiempo a la tierra a absorber el agua.

Césped amarillo en verano

En verano existen, principalmente, dos causas para que el césped pueda tomar una tonalidad amarilla. De hecho, es muy probable que se junten ambas causas y que se deba trabajar en esos dos sentidos para recuperar la tonalidad adecuada. Hablamos del exceso de sol y de la falta de agua.

Exceso de sol

Un césped que se encuentre muy expuesto al sol, principalmente en las horas más centrales del día, cuando la incidencia de luz solar directa es mayor, sufrirá bastante por la temperatura y presentará quemaduras en las zonas más expuestas.

Esas quemaduras en el césped se verán como franjas amarillentas en las zonas más expuestas, pudiendo llegar a quedar todo el césped en esas condiciones.

Evitar el sol directo es una opción que podemos valorar. Utilizar sombrillas, toldos o plantar árboles que puedan proteger de la incidencia solar directa en las horas de más calor va a mantener nuestro césped en mejores condiciones durante el verano. Según la extensión de césped, así podemos elegir la opción más adecuada a nuestro espacio.

Falta de agua

Por otra parte, en verano tenemos una menor cantidad de humedad en el aire y el mismo calor hace que el agua del riego se evapore mucho más rápido.

Por ese motivo, es necesario regar con más frecuencia y valorar la necesidad de hacerlo por goteo durante más tiempo o elegir las primeras o últimas horas del día, cuando la temperatura aún no está muy elevada.

Y no es solo el agua del riego que se evapora. La misma tierra tendrá más dificultad en retener la humedad y habrá menos disponibilidad hídrica para las raíces de las plantas, en las que se incluye el césped. Esa falta de agua llevará a que el césped pierda su color y, además, se quedará con una textura quebradiza y seca.

Para el riego, lo más adecuado es comprobar que no existan desniveles en el terreno que concentren el agua en algunos puntos sin permitir que llegue a otros. Si no hay desniveles, utilizar el riego automático en las horas más frescas del día ayudará a mantener la humedad del terreno.

Tipo de césped poco adecuado al clima

Hay algunos tipos de césped que soportan mejor las altas temperaturas y aguantan más tiempo con una cantidad reducida de agua.

Para evitar el problema del césped amarillo en verano, lo idea será empezar por elegir el más adecuado para la zona en la que nos encontramos. Un césped más resistente a las altas temperaturas y que soporte mejor la sequía, aguantará más este tipo de situaciones durante el verano.