Hace unos años se pensaba que para tener un huerto había que contar con un terreno. Por suerte, crecieron los huertos urbanos, en terrazas e incluso interiores, con ideas innovadoras como los huertos verticales que permiten cultivar más especies en menos espacio.
La idea de necesitar pagar mucho para tener un huerto igualmente queda descartada si sabemos cómo hacer un huerto en casa con material reciclado. Y así, además de poder cultivar tus propios alimentos, contribuyes para un mundo más sostenible, reutilizando materiales que todos tenemos en nuestro hogar (y que terminan en la basura).
Cualquier objeto puede servir si contamos con la imaginación suficiente. Pero hay algunos que se encuentran en todas las casas y que son realmente fáciles de convertir.
¿Cómo hacer un huerto en casa con material reciclado?
Hacer un huerto en casa con material reciclado es muy sencillo. Basta con utilizar aquello que ya no nos sirva y darle una segunda vida. Hay multitud de opciones, desde botellas de plástico y latas convertidas en maceteros para nuestras plantas, hasta fundas de traje para hacer invernaderos.
Los imprescindibles para un huerto en casa con material reciclado
Si hablamos de los imprescindibles para hacer nuestro huerto sostenible, debemos tener en cuenta que la idea es reutilizar objetos que tenemos y a los que no damos uso. Seguramente terminarían en la basura y, si embargo, pueden tener una nueva función en nuestra vida.
Los huertos, del tipo que sean, deben ser ubicados en una zona soleada. Además, necesitan agua, sustrato y semillas o plantas que se puedan trasplantar.
Otro imprescindible a tener en cuenta es la maceta o recipiente donde colocar el sustrato y la planta elegida. Aquí empezamos a poder dar alas a nuestra imaginación y utilizar lo que tenemos por casa, siempre que cumpla con algunas condiciones básicas.
¿Cómo debe ser nuestro macetero reciclado?
Para elegir el macetero más adecuado, conocer las necesidades de la planta que vamos a cultivar es muy importante pues hay plantas que necesitan más espacio que otras. Algunas tienen raíces profundas mientras que otras son más superficiales y la maceta deber ser adecuada para que se puedan desarrollar adecuadamente.
Otro factor a tener en cuenta es el drenaje. El macetero elegido debe contar con orificios para que el agua del riego no se quede estancada propiciando que las raíces se pudran. Si no tienen orificios, será conveniente poder hacerlos para evitar problemas futuros.
Semilleros o maceteros de pequeñas dimensiones
Ya sea para tener una planta de raíces muy reducidas (por ejemplo, las hierbas aromáticas) o para utilizar como semillero, antes de trasplantar la planta, las latas de conservas y los envases de los yogures son excelentes opciones.
Si nos interesa convertirlos en semilleros, no es necesario una gran adaptación. Será conveniente limar un poco los bordes en el caso de las latas, o tener precaución para evitar cortarse, pero nada más.
Si pretendemos mantener la planta en este recipiente, entonces debemos hacer unos pequeños agujeros en la base para drenar el agua.
Macetero de autorriego
Con una botella de litro y medio de agua (de las de plástico) es posible hacer un macetero de autorriego muy adecuado para, por ejemplo, las hierbas aromáticas. El principal inconveniente de este recipiente es el espacio para el crecimiento de las raíces, así que quedan descartadas especies que necesiten gran profundidad o extensión de sustrato.
Es muy sencillo de hacer y utilizamos un material que tardaría mucho tiempo en degradarse en la naturaleza.
Apenas necesitamos una botella de plástico, una tijera y un cordón de algodón. La botella la cortaremos por la mitad. La parte de abajo será la base y no necesita adaptaciones.
La mitad superior, que lleva la tapa, será la que adaptaremos para cultivar nuestras hierbas aromáticas. Para ello, haremos un pequeño orificio en el tapón, por el que introduciremos el cordón. Pondremos el tapón en la botella y llenaremos de sustrato, dejando el cordón enterrado en la tierra. Plantamos la hierba aromática y listo.
Una vez terminado, solo nos queda introducir la parte de la botella con la tierra, con el tapón hacia abajo, dentro de la base de la botella, que previamente llenamos de agua. La cuerda absorberá el agua y mantendrá la tierra húmeda sin necesidad de riegos constantes.
Macetas colgantes
También con botellas de plástico, se pueden fabricar pequeñas macetas colgantes. Se corta la parte superior de la botella, que en este caso no se utilizará. En la parte superior se hacen agujeros distribuidos por 2 o 4 laterales si queremos mayor estabilidad, en los que se pasarán las cuerdas para colgar el macetero. Luego solamente hay que llenarlo de tierra y elegir la planta que queremos.
Lo ideal sería contar con pequeños agujeros en la parte inferior para el drenaje del agua, pero si la planta va a estar colgada en una zona de paso, quizás sea preferible tener en cuenta un posible exceso de agua a la hora de regar.
Bolsas de rafia como maceteros
Ideal para hortalizas y tubérculos, las bolsas de rafia son maceteros increíbles. Además, cuentan con la ventaja de no necesitar tampoco grandes adaptaciones. Así podemos dar uso a las bolsas que ya no están en perfectas condiciones para la compra.
Otra gran ventaja de sembrar en bolsas es que se puede ir añadiendo tierra a medida que la planta la va necesitando y se hacen agujeritos para facilitar el drenaje de forma muy sencilla, incluso después del cultivo realizado.
Invernadero con fundas de traje
Las fundas de traje de plástico transparente, como las que se utilizan en lavanderías o algunas de viaje, son una excelente opción para tener nuestro propio invernadero. El plástico transparente permitirá el paso de la luz solar a la vez que protege las plantas de las bajas temperaturas en las estaciones frías.
Herramientas para el huerto con materiales reciclados
Aunque para un pequeño huerto casero las herramientas no son totalmente imprescindibles, sí que pueden ser de gran ayuda. Y también podemos reciclar materiales para tener lo que necesitamos
Será de gran utilidad contar con una pala, un rastrillo y una regadera. Seguro que en algún trastero aún queda alguno de esos juguetes de playa que contenía todo esto y que ya no se da uso.
Si en tu huerto los pájaros son un problema, reutiliza viejos CDs y DVDs rayados como espantapájaros, colgándolos encima de las plantas. El sol se reflecte en el material y el brillo los ahuyentará.